Museo Regional de Antropología Carlos Pellicer Cámara
Piezas Selectas
Vasija con figura de pez
VASIJA CON FIGURA DE PEZ
Cultura Olmeca
Preclásico Medio (1800 – 200 a.C.)
Tlatilco, Estado de México
Cerámica modelada
Vasija en forma de pez cuya singularidad es la boca abierta como vertedera. Está decorada con gruesas líneas esgrafiadas de un estilo olmeca que se difundió hasta el Altiplano Central.
Este estilo artístico manifiesta una forma de vida en la que la agricultura se complementaba con la pesca, la caza y la recolección, en un período inicial de desarrollo civilizatorio y de intercambio comercial.
Glifo
GLIFO
Cultura Maya
Clásico Tardío (600- 900 d.C.)
Edificio XVII. Palenque, Chiapas
Estuco Modelado
Los bloques Glíficos plasmados en estuco y modelados por los artistas de Palenque constituyen algunas de las muestras más refinadas de la sofisticación que alcanzó el sistema de escritura jeroglífica maya.
El primer glifo contiene un ejemplo excepcional del llamado “Indicador de Fecha Posterior” que puede leerse como la expresión i uhti, “y entonces ocurre”.
El segundo elemento glífico contiene una de las más elegantes variantes que se conocen para indicar el nombre del gobernante K´inich Ahku´l Mo´ Naahb´ III, quien ocupó el trono de Palenque entre 721 y 736 d.C. y nieto del célebre rey K´inich Janaahb´ Pakal.
Sonajas y silbatos
SONAJAS Y SILBATOS
Cultura Maya
Clásico Tardío (800 – 900 d. C.)
Región del Usumacinta, Tabasco
Barro modelado y moldeado
A estas figurillas se les ha llamado “Oradoras” ya que expresan un claro gesto de veneración al mostrar las palmas de las manos en actitud de estar rezando, han sido asociadas a la función de las ceremonias o ritos funerarios y que seguramente no solo rezaban, sino que también con alegría cantaban sabiendo que la muerte era tan solo un camino hacia la nueva vida.
La actitud que guardan estas figurillas se repite en muchas culturas del México prehispánico, y aún en nuestros días es común en actividades litúrgicas.
Silbatos
SILBATOS
Cultura Maya
Clásico (250 – 900 d.C.)
Región del Usumacinta, Tabasco
Cerámica modelada
Las aves divinas.
Las varias especies de aves multicolores y de hermosos plumajes fueron apreciadas por las antiguas culturas, además de sus hábitos y sus cantos, como canon de belleza y galanura, se inspiraron expresiones artísticas y culturales de muy variadas formas y contenidos sagrados, religiosos y simbólicos.
Ejemplos de dichas representaciones son los presentes silbatos. En el aspecto económico las aves fueron básicas en la dieta cotidiana, en los servicios domésticos y de ornato. Las plumas, especialmente importantes por su colorido y diseños, se utilizaron para el desarrollo del arte plumario y, por consiguiente, como parte de la parafernalia de la élite.
Vasija con forma de caracol
VASIJA CON FORMA DE CARACOL
Cultura Maya Clásico (200 – 900 d. C.)
Paraíso, Tabasco
Cerámica modelada
Para los mayas antiguos, los caracoles y las conchas marinas estaban asociados al inframundo y a la muerte, pero también simbolizaban la vida, la regeneración y la fertilidad.
En esta vasija, el diseño en relieve figura la cabeza de una serpiente estilizada, tal vez aludiendo a Kukulkán o Quetzalcóatl como deidad o como símbolo de poder y de linaje, cuyas volutas representan su medio acuático o su plumaje.
Vasija con cormorán
VASIJA CON CORMORÁN
Cultura Maya
Clásico (250 – 900 d.C.)
Región del Usumacinta, Tabasco
Cerámica modelada
Las aves divinas.
Las varias especies de aves multicolores y de hermosos plumajes fueron apreciadas por las antiguas culturas, además de sus hábitos y sus cantos, como canon de belleza y galanura, inspiraron expresiones artísticas y culturales de muy variadas formas y contenidos sagrados, religiosos y simbólicos.
Ejemplo de dichas representaciones es la presente vasija. En el aspecto económico las aves fueron básicas en la dieta cotidiana, en los servicios domésticos y de ornato. Las plumas, especialmente importantes por su colorido y diseños, se utilizaron para el desarrollo del arte plumario y, por consiguiente, como parte de la parafernalia de la élite.
Pendiente con representación zoomorfa
PENDIENTE CON REPRESENTACIÓN ZOOMORFA
Cultura Olmeca
Preclásico Medio (1200 – 400 a.C.)
La Venta, Huimanguillo, Tabasco
Jadeíta tallada y pulida
La cultura Olmeca de La Venta trabajaron mucho en las piedras verdes, especialmente la jadeíta de varias tonalidades, que obtenían por intercambio desde la lejana zona del río Motagua, en Guatemala.
Este pequeño colgante con forma de cabeza de pato tal vez sea un antiguo antecedente de la máscara bucal de Quetzalcóatl, como Dios de la fertilidad y del viento, distinguido por llevar un pico de pato como metáfora de soplo.
Vasija con representación de guacamaya
GUACAMAYA SOL DIURNO
Cultura Maya
Clásico Tardío (600 – 900 d.C.)
Procedencia desconocida
Cajete de barro
El Sol como deidad suprema y creadora, fue para los mayas el eje de la vida, el generador del tiempo. Surge del Inframundo para recorrer el Cielo que es luz, vida, día, orden, bien; pero al internarse al Inframundo, se torna energía de muerte y se le conoce como el Sol diurno Kinich Ahau, “Señor Ojo Solar del Dragón”. El Sol Diurno fue concebido entre los mayas como una Guacamaya cuyo plumaje simboliza los rayos del astro y se le conoce como K’inich K’ak’Mo’, “Rostro Solar de la Guacamaya Candente”.
Adolescente Huasteco
ADOLESCENTE HUASTECO
Cultura Huasteca
Posclásico (900 – 1521 d. C.)
Hacienda El Consuelo, Mpio. Tamuín, S. L. P.
Museo Nacional de Antropología
Piedra Arenisca
(Réplica – 1960 – Piedra tallada y pulida)
“Las obras maestras del arte plástico precolombino, yacían sepultadas. […] descubrimos en ellas todo un mundo nuevo de la expresión artística, por su profunda originalidad, basada en la libertad con que esos grandes creadores manifestaron su emoción, su habilidad, su observación o su prodigiosa invención personal.”
Carlos Pellicer Cámara en Arte de Occidente de México, 1946
Monumento 2 - Cabeza sonriente
MONUMENTO 2 DE LA VENTA
Cabeza colosal sonriente
Cultura Olmeca
Preclásico Medio (1200 – 400 a. C.)
La Venta, Huimanguillo, Tabasco
Basalto tallado
Las fascinantes cabezas colosales de la cultura Olmeca son retratos de gobernantes dignificados. Los diseños de sus cascos, de características distintivas, simbolizan sus orígenes dinásticos.
En esta escultura se destaca la expresión de sus rasgos faciales: ojos con estrabismo, pómulos marcados, nariz ancha y labios gruesos. En la comisura de los labios hay dos orificios que enfatizan su hermosa sonrisa y sus dientes.
Vaso con flores
VASOS CON FLORES
Cultura Maya
Clásico (200 – 900 d.C.)
Región del Usumacinta, Tabasco
Cerámica modelada y pintada
Los frutos de la abundancia.
El hombre mesoamericano creía que las plantas eran seres anímicos con vida propia y emociones, y una estructura física similar a la del cuerpo humano (cabeza, torso, brazos y pies); así, los mayas aún reconocen el fruto de un árbol como sus ojos (ich) y dicen Ichankil cuando un árbol está dando frutos en lugares en abundancia.
Las vasijas con formas de frutos (como la calabaza) fueron comunes desde los primeros tiempos de las culturas, por su asociación con los ritos de fertilidad. Las flores, por su hermosura y su fragancia se usaban, entre otros motivos, como diseños en los vasos ceremoniales en los que se vertía el sagrado y perfumado cacao, bebida esencial de las divinidades.
Herramientas para la pesca
MAZO, ANZUELO y ANILLO
Cultura Olmeca y Maya
Preclásico medio (1200 – 400 a. C.) y Clásico (200 – 900 d. C.)
Procedencia desconocida
Hueso tallado y Piedra tallada y pulida
Implementos para la obtención de recursos.
Los anzuelos, las redes y sus pesas, son los objetos más representativos de la pesca, una de las actividades productivas de mayor importancia para los pueblos antiguos y que estuvo estrechamente vinculada con el intercambio comercial. Las pesas para redes eran confeccionadas en barro o piedra, podrían ser de distintos tamaños y poseían una acanaladura medial en el contorno o una perforación central.
Herramientas
HACHAS, PUNTAS DE LANZA y CUCHILLO
Cultura Maya
Clásico y posclásico (200-1521 d.C.)
Balancán, Tabasco
Pedernal tallado
La piedra y su versatilidad.
Olmecas y Mayas utilizaron la piedra ampliamente como instrumento de trabajo. Con ella ejecutaron las más diversas acciones: golpear, cortar, serrar, cepillar, raspear, raer, romper, tajar, triturar y lastrar; que les permitieron desarrollar las más diversas actividades. Como objetos cortantes, se emplearon hachas, cuchillos, puntas de proyectil y navajas.
Las hachas domésticas o de carácter utilitario tuvieron un uso variado, ocupándose en la agricultura, caza, guerra, escultura y ámbitos rituales.
Hachas votivas
HACHAS VOTIVAS
Cultura Olmeca y cultura de Tlatilco
Preclásico Medio (1200 – 400 a.C.)
La Venta, Huimanguillo, Tabasco y de procedencia desconocida
Basalto y piedra negra pulida
Las hachas ceremoniales por su parte, fueron exclusivamente elaboradas para ser ofrendadas y tuvieron una gran importancia simbólica, por lo que fueron cuidadosamente trabajadas en las materias primas más valiosas.
Silbato con representación antropozoomorfa
SILBATO ANTROPOZOOMORFO
Cultura Maya
Clásico (200 – 900 d.C.)
Región del Usumacinta, Tabasco
Cerámica moldeada
El mono y el cacao. Esta figurilla se define por un rostro con un claro aspecto animal y un cuerpo que tiene apariencia humana. La figurilla resulta bastante singular en cuanto que representa a un personaje con rostro simiesco, que porta un lazo del que cuelgan vainas de cacao. La asociación mono-cacao es recurrente en la imaginería maya. El cacao era el fruto más importante de esta tierra, tanto en el ámbito económico -por su relevancia comercial- como el ritual y socio-político.
Hombre pájaro
HOMBRE-PÁJARO
Cultura Maya
Clásico-Posclásico (200 – 1521 d.C.)
Región del Usumacinta, Tabasco
Hueso tallado
El prestigio y poder de los sacerdotes o gobernantes se manifestaba cuando estaban íntimamente conectados con uno o más animales (alter ego o nahual) o elementos de la naturaleza, pues podían manipular su transfiguración y forjar ilusiones. Y sus retratos incluían esas referencias de fuerzas nahuatlistas para la legitimación de sus poderes: yelmos o tocados del animal protector como serpiente, jaguar, águila o lagarto.
Escultura de un sacerdote Chaac-Tláloc
ESCULTURA DE UN SACERDOTE CHAAC-TLÁLOC
Cultura Nahua
Clásico Tardío (600 – 1521 d.C.)
Ahualulco, Cárdenas, Tabasco
Basalto tallado
La cultura Nahua llegó a Tabasco después del ocaso de la gran Teotihuacán en 650 d.C., y en una segunda oleada con la diáspora tolteca en 1150 d.C.
Esta escultura con rasgos físicos y vestuario mixto es un vestigio distintivo del proceso de multiculturalidad de aquel período: la lengua bífida de Chaac y las anteojeras de Tláloc, son atributos del dios de la lluvia entre los mayas y los nahuas, respectivamente.
Portaincensario con seres del inframundo
PORTAINCENSARIO CON SERES DEL INFRAMUNDO
Cultura Zoque
Clásico (200 – 900 d. C.)
Tacotalpa. Tabasco
Cerámica modelada
El personaje tiene atributos humanos, animales y vegetales (manos, garras y nenúfares), con rasgos iconográficos en su atuendo que remiten al inframundo acuático, donde surgen la vida y la muerte, y a las cuevas vistas como umbrales del útero terrestre.
Se mimetiza con el murciélago por las cualidades y hábitos de numen animal: por ejemplo, como dispersor de semillas y polinizador de plantas durante las noches.
Representación de Pintura mural
GOBERNANTE SENTADO SOBRE TRONO
Estilo Olmeca
Preclásico (700 – 500 a. C.)
Cueva de Oxtotitlán, Guerrero.
Reproducción
Mural con la representación de un personaje usando una elaborada capa emplumada y una máscara de tocado de búho, ave asociada al inframundo. El personaje, posiblemente de la tierra con ojos alargados al estilo de la cultura Olmeca. La pierna derecha de la figura, colgada sobre la cara (de la serpiente) sugiere que el personaje está sentado en un trono.
Herramientas para el tejido
MALACATE, HUSO y AGUJAS
Cultura Maya
Clásico (200 – 900 d. C.)
Región del Usumacinta, Tabasco
Hueso tallado y cerámica modelada
El equipo de hilado y tejido.
El tejido fue una de las actividades más valoradas en Mesoamérica, su relevancia trascendía el ámbito económico y alcanzaba el social, político y ritual. La materia prima textil por excelencia fue el algodón. El equipo de hilado y tejido constaba de malacates y husos, agujas y telar y sus herramientas. Al huso (palo largo más delgado, en sus extremos) se le colocaba en su parte inferior un malacate (objeto redondo con una perforación central), que servía de contra peso, y en un movimiento giratorio conjunto se iba hilando el algodón. Este luego era tejido en el telar, en donde con maestría se le daba vida a textiles plagados de delicados diseños con símbolos complejos que aludían a la cosmovisión, posición social y mundo ritual de sus portadores.